El capitalismo tiene los siglos contados (Carta desde el ciberespacio 186, septiembre 2008)

Barack Obama competirá con John McCain, en el sano, puntual y envidiable ejercicio de una democracia en serio 

EL CAPITALISMO TIENE LOS SIGLOS CONTADOS


Competencia

Hola gente, amigos y no tan amigos. Me pasé las últimas noches mirando en estéreo la convención demócrata en los Estados Unidos, vía la CNN, cuyos periodistas se mostraban exultantes como si ellos mismos fueran todos Demócratas (esperemos que la semana que viene, cuando llegue la convención Republicana, muestren al menos el mismo entusiasmo). Decía que la miré en estéreo porque en realidad “la miramos”. Patricia Paltrow estaba en su cama de Park Avenue y yo en la mía, aquí, en la Buenos Aires progre de Kricri y de la oposición también, quienes ahora se aprestan a estatizar lo antes privatizada AA, ¿Su Compañía?, ¿Nuestra Compañía?, ¿la Compañía de Jaimito? Claro, es que ahora está de moda ser estatistas y pronosticar, con toda seguridad, la inexorable y próxima caída del imperio americano. Jeje, como dicen los mensajes de texto al final. Caídariola, como decíamos de chicos. Los dos, Pato y yo, estábamos con su respectiva notebook alias laptop en las piernas (y con la web-cam en on, claro, si estábamos en la cama), y con el televisor encendido, Obvio, aunque ella miraba la convención en la versión de CNN en inglés y yo la versión en español, sudaca al fin, así que aquello era una auténtica videoconferencia como las habituales videoconferencias, en que se mezclan todos opinando y nadie termina entendiendo demasiado lo que se dijo, aunque el gerente de finanzas contento porque se ahorraron varios pasajes en bisnesclas por el mundo. Pero estuvo bueno, porque Paltrow es un poco chiquilina y se la pasa interrumpiendo, agregando risas, gritos y susurros al evento, a veces en inglés, a veces en francés, de vez en cuando en español, con lo que la mezcla entre lo que decían los discursos de los candidatos, y sus parejas, lo que decía ella, lo que decían los comentaristas de CNN (y los traductores en mi caso), sumado a mis habituales chistes malos daba una velada estilo cajita feliz, pese a la distancia. No hay nada como un romance globalizado. Jeje. “Gordito –me dijo este martes-, fijate la nota de El País de este fin de semana, qué lindo título tiene y que bien escrita está, aunque no entendí muy bien qué quería decir el tipito, es que hablaba en jallego y nosotros los Argentinos estamos ofendidos con todo aquel país porque su Banco Central se atrevió a opinar sobre la economía argentina, qué caraduras estos nuevos ricos de Europa, eniuai, pero el título está buenísimo, dale Flaquito”, y allí me mandó el link, para agregar más confusión a la velada. Se los copio, claro, para que vean que Kricri se las trae, no es Sólo Cosmética, sino que tiene coraje para defender nuestra argentinidad ante las criticas de los españoles, los uruguayos, los norteamericanos, los brasileños, los schilenos, los colombianos, los ingleses usurpadores, los alemanes y franceses (que hasta son capaces de dejar de odiarse-amarse entre ellos para compartir sus criticas contra nosotros) y tantos países más del planeta tierra que últimamente, no sabemos porqué, nos miran sin cariño y nos critican por todo, será una campaña del club de París y/o del FMI. ¿Hay algún país, además de Venezuela, Ecuador y Bolivia, con el que no estamos peleados? Junous. Quizá hasta Paraguay, pero uno nunca sabe con ellos, de humor tan cambiante. El link es… http://www.elpais.com/articulo/ensayo/capitalismo/tiene/siglos/contados/elpepuculbab/20080823elpbabens_6/Tes Así que mientras veía TV y me emocionaba, todos nos emocionábamos, con Bill Clinton, con el excelente discurso de Hillary (ganadora moral de la competencia), con las palabras de la ya famosa Michelle Obama, con el patriarca Ted Kennedy casi despidiéndose de todos, haciendo un real esfuerzo por estar allí pese a su salud muy deteriorada para apoyarlo a Barack Obama, mientras la veía y escuchaba a Paltrow con sus gritos y susurros y comentarios de mujer cosmo al pie de página, me dediqué también a leer la nota de El País, que efectivamente tenía un muy buen título (que he copiado en la volanta de esta carta) aunque la nota era more o less confusa (así me copio a la moda local de criticar a los españoles, jeje). En concreto, una descripción con alguna ironía del pensamiento progresista del mundo libre que representa el pos-posmodernismo, que cada tanto parece añorar al siglo XX, a la guerra fría, al marxismo, a un populismo nacionalizado, a esa costumbre paradojal de echarle a la culpa a los ricos por la pobreza, a las estatizaciones, al archipiélago Gulag, al Che Guevara (que nunca debe faltar en alguna remera adolescente de un “pequeño burgués” importado del pasado), a los sueños omnipotentes de cambiar el mundo, a la palabra revolución y tantas cosas más. Uno creía que estas cosas sólo pasan en la Argentina incorregible e incomprensible, pero no, ocurre en otras economías del mundo cuando llegan a la parte descendente del ciclo económico y se ponen nostálgicos, y se pasan de eufóricos a depresivos, aunque sus péndulos no sean una montaña rusa a la argentina, sino sólo un suspirito euro-esclerótico y algo decadente. Será por eso que en La Nación de hoy una nota confirma que “en siete años, Europa tendrá más muertes que nacimientos” (vean http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1044080), lo que revela algunos efectos secundarios de esta pastillita llamada capitalismo. Así que como en la Argentina está todo biutiful, maravilloso, supercalifralisísticoexpialidoso, la inversión vuela, la inflación no existe y un posible default es sólo una idea conspirativa de algún antipatriota, me pareció oportuno dedicar esta carta a envidiar a los Estados Unidos y los otros países del mundo que, con capitalismo y democracia, le dan bienestar a sus habitantes, más allá de los momentos de vacas flacas y vacas gordas que siempre los hay, y comprando ese título de El País que preanuncia que la crisis del capitalismo está aquí nomás, sólo a unos siglos por delante, jeje.

EE.UU. I, país serio, democracia en serio 

Estaba de visita Gary Becker (premio Nobel de Economía 1991) en Buenos Aires hace algunos cuantos años, y conversaba con él luego de entrevistarlo. Hubo un concepto que me impactó surgido de la conversación: no hay democracia sin capitalismo, y viceversa, sostuvo el hombre, ambos se necesitan, y ambos tienen en común a la palabra competencia. La idea me sedujo y me da vueltas en la cabeza desde entonces. Y ayer nomás, cuando veía “junto” Paltrow la convención Demócrata recordé a Kricri en su conferencia de prensa tan famosa, cuando le preguntaron algo sobre los Estados Unidos y ella se pasó los siguientes minutos haciendo tiempo y hablando maravillas de las internas norteamericanas, un ejemplo de democracia y republicanismo y civilidad social y tantas cosas más que a ella le habían encantado, fascinado, aunque no recuerdo si al final de la oración agregó que la democracia en serio lleva, sea por autopista o por tren bala, directamente, a la “redistribución del ingreso”, su frase preferida de cabecera. Lo que si recuerdo haber pensado entonces, y lo vuelvo a recordar ahora, es una simple pregunta que nadie llegó a hacerle aquella tarde de sábado y que me hubiera encantado preguntarle amablemente: “¿Y si le gusta tanto la democracia en serio, Misis Presidenta, cómo se explica que su nominación surgiera de una decisión personal e intransferible de su marido, por entonces Presidente, número uno y Bwana indiscutible de la Argentina, sin internas ni cerradas ni abiertas, ni nada? Eniuai, ya sabemos que su agente-asesor-jefe de prensa me hubiera interrumpido para darle lugar a otro periodista más políticamente correcto. Y aquí está el punto. La democracia en serio no funciona sin una verdadera competencia, y no por un mero espíritu deportivo. La democracia se distingue de la dedocracia justamente en que la elección de los candidatos de un partido se define en una sana competencia entre las diferentes ideas y los distintos candidatos con el voto de los afiliados, en elecciones libres como las que finalmente ocurrirán a nivel nacional, provincial o municipal. Y este criterio de selección, a través de la competencia, es el que provoca que en cada partido surjan los mejores dirigentes, los más aptos, los más capaces; y genera que los ganadores no sean los perdedores de siempre, quienes no tienen otra forma de llegar al podio, a la lista sábana, sino a través de la decisión del dedo mágico, en vez de ser genuinamente elegidos por sus correligionarios, compañeros o camaradas partidarios, como gusten llamarlos. Esto es lo que diferencia a la democracia de la dedocracia, nada más ni nada menos, y la consecuencia no es menos importante: la calidad y el nivel moral de los futuros candidatos. ¿Hay democracias imperfectas, puede haber alguna manipulación, hay mentiras también en las internas? Puede haberlas, claro, pero ya sabemos que hasta ahora la democracia, aunque no es perfecta, es el mejor sistema conocido para elegir a nuestros representantes, desde un consorcio de un edificio de departamentos hasta el Presidente de un país. No nos quejemos de los políticos, sino de las instituciones (o la falta de ellas) que los generan. No se queje sino se queja. La misma competencia –en un clima de transparencia, respeto y libre pensamiento- genera, provoca, que ganen los mejores candidatos, y se expongan las mejores ideas.



Bill Clinton, Ted Kennedy, Michelle Obama y Hillary Clinton (con su hija)
en la consagración final del Partido Demócrata

Pensando esto, mirando fascinado (oia, como Kricri) la interna demócrata norteamericana que hoy culmina con la proclamación de Barack Obama en Denver Colorado, y que la semana que viene se repetirá con la confirmación de John McCain como candidato republicano, es que me dio un innegable dolor de estómago y me puse algo amarillo (creo) y tuve algunas ganas de llorar y me dio dolor de cabeza cerquita del ojo, a la altura de la ceja derecha. El diagnóstico que me hizo Paltrow, a 5000 millas de distancia o más, fue rápido y sencillito, aunque antes tuvo un ataque de risa: “Gordito, es un clásico ataque de envidia que suele afectar el hígado y la digestión ante la simple comprobación que la realidad no tiene que ver con tus deseos, o que proviene de una profunda desilusión ocasionada por haberte ilusionado previamente. Tomate varios vasos de 7up, pero antes les quitás el gas, y si no mejorás hacete un tei mit límene, y si Lucy (la señora que atiende mi casa) hizo caldo de pollo que te traiga una tasa caliente con un poco de sal, y si empeorás y te dan otros síntomas que no te voy a mencionar porque no son fashion, te tomás una buscapina o un Sertal en gotas, apagás el tele y te vas a soñar que yo te estoy haciendo unas caricias en la cabeza, eso es todo, son 250 dólares por la consulta”. “Facil lo tuyo –alcancé a decirle a mi namorada a distancia-, por eso vos estás en Park Ave. y manejás un banquito y yo estoy en Barrancas de Belgrano y sólo manejo mi auto”. Nos despedimos con la dulzura de siempre, me tomé tres vasos de 7up sin gas y me fui a dormir, pensando aún en la dedocracia y sus efectos sobre el hígado, la (mala) calidad de los dirigentes argentinos y la redistribución del ingreso que tanto desvela a los progres del mundo, uníos. En CNN Patricia Janniot seguía exultante comentando los avatares de la multitudinaria reunión en Denver, Colorado. Conclusión: claramente, la calidad sólo mejora con más competencia. Tenía razón don Gary Becker. 

EE.UU. II, ¿recesión?, ¿qué recesión? 


Me desperté a la mañana, tarde, y Pablo Wende me informó por radio América (hoy yo no iba a la radio) que el Indec de los Estados Unidos (que es serio, no como la truchada en que Guillermo Moreno y Néstor Kirchner han convertido al Indek argentino) había corregido las cifras de crecimiento económico de aquel país hacia arriba. El dato original había mostrado un segundo trimestre con crecimiento de 1,9% en el PIB, pero la habitual revisión mostró que el número correcto fue de nada menos que 3,3%, lo que revela que la famosa recesión norteamericana por ahora sigue ausente, pese a lo que digan los pronosticadores del Apocalipsis, un trabajo siempre exitoso en diferentes partes del planeta Tierra, porque paranoicos que se hacen los ratones y pesimistas hay por todos lados, incluso en los Usas. Me levanté y me fui a ver a mi amiga Dell Computer, que me esperaba ansiosa en el escritorio. Busqué un cuadro del estudio Broda del mes pasado para refrescar los datos y me quedó claro que el único dato negativo del PIB, hasta ahora, se produjo en el último trimestre de 2007, cuando cayó 0,20%, con lo cual técnicamente no estamos ni por asomo en recesión (en los EE.UU., aclaro….), sino en una “grocesión”, un término nuevo para definir a una economía que crece entre 0 y 2% anual, lo que es inquietante pero no es lo mismo que la recesión. Podrá decirse que la economía norteamericana se salvó en este trimestre gracias al consumo, las exportaciones o los inventarios, podrá agregarse que el 3,3% de este trimestre pasado se explica por el paquete de devoluciones fiscales de Paulson (secretario del Tesoro), podrán decirse muchas cosas, pero por ahora la recesión norteamericana no existe sino en la imaginación de los periodistas que deben vender malas noticias, en el discurso de la oposición demócrata, en la sensación térmica de la clase media norteamericana o en los comportamientos de manada de los inversores, que siempre se suben a la ola. Pero la única recesión, por ahora, parece instalarse en Europa.

EE.UU., una recesión ligt En el segundo trimestre las cifras del PIB se corrigieron de 1,9% a 3,3% de crecimiento. Fuente: Estudio Broda, antes de la corrección de hoy


Para más datos miré la relación euro-dólar, y nuevamente bordeaba 1,469…, con lo que la moneda norteamericana sigue revaluándose en el mundo (mala noticia para Kricri y mi amigo Martín Redrado), y los pronosticadores ya hablaban que los Estados Unidos ya no bajarán más las tasas de interés y posiblemente (o probablemente, como diría Alan Greenspan cuando jugaba con las palabras) la subirán próximamente en esta sala, mientras que Mecié Jean-ClaudeTrichet y el BCE se acercan más y más a una baja de la tasa de referencia europea, ubicada en 4%, lo que sin duda acercará las diferencias entre las dos monedas y podría acelerar la revaluación del dólar sobre el euro. Por último, miré un ETF que resume las cotizaciones de las acciones de los golpeados bancos de los EE.UU. y vi que obviamente estaba subiendo, de hecho cerró con un 4,04% arriba en un solo día, aunque no hay que apresurarse porque hoy la palabra de moda es “Volatilidad”, y con mayúsculas, con lo que en unos días, o mañana mismo, aparece una mala noticia y todos los mercados (que siguen a los Usas) se van otra vez pum para abajo. Pero la tendencia, lentamente, apunta a que las cosas son menos dramáticas que la que señalan los pronosticadores, que ya sea por amor o por dinero, siguen pronosticando la caída del imperio americano en las próximas semanas, horas, meses, cualquier momento. Jeje. Caídariola.



La relación Euro-Dólar pasó la barrera de 1,47 dólares (hacia abajo)
 y la moneda norteamericana se sigue afirmando Fuente: Yahoo Finance


Y aquí viene otra vez la palabra competencia. Y dos o tres recuerdos. En 1890 se aprobó en los Estados Unidos la Ley Sherman antitrust, una ley antimonopólica que luego fuera corregida con una enmienda y que se utilizó posteriormente para enfrentar a las compañías petroleras (o hay que decir “la” compañía petrolera, creo que era la Standard Oil. Lo concreto es que esta ley, y dos más sancionadas en el siglo XX y que enfrentaron con firmeza a las empresas monopólicas u oligopólicas, apuntaron directamente a promover la competencia en el mercado, allí adonde esta faltaba. En el pasado está el caso de las telefónicas Bell, y en estos años, incluso, la controversial disputa con Microsoft, pese a que esta era una empresa nueva en un área virgen de la economía, con lo que lo previsible era una primera etapa de monopolio por falta de competidores ante una nueva innovación tecnológica. Eniuai. Lo concreto es que los críticos de los Estados Unidos deberían observar que cada vez que en los Estados Unidos apareció un sector en donde pudiera presumirse una actitud monopólica, de manipulación de precios o calidad, el gobierno de turno intervino con estas leyes para promover la competencia. Y aquí, como con la democracia, se impone el mismo comentario. Las mejoras en la calidad (y en los precios, claro) aparecen con la competencia, con regulaciones que impiden el normal funcionamiento de los mercados y con medidas que apuntan a promover el surgimiento de la innovación tecnológica y la competencia, como medio de generar que siempre ganen los mejores, y no los peores. Así de simple. Y esta es una de las razones de la verdadera revolución permamente que se observa en los Estados Unidos, en donde la competencia a nivel intelectual, empresarial, político y de todo tipo genera el mismo mecanismo: el desarrollo de las ideas diferentes, del libre pensamiento, lo que a su vez lleva a la innovación tecnológica. Amigos y no tan amigos, sólo en un clima de competencia y pluralismo pueden florecer las nuevas ideas, las nuevas innovaciones, que a su vez ayudan a la selección de los mejores, sean empresas más competitivas, sean nuevas invenciones, sea una clase política que se recrea a sí misma. Hay, además, una relación entre esto y el aprendizaje de los errores, para no volver a repetirlos. Conversando con Ernesto Kritz, me comentaba que un ejemplo notable es el hoy titular de la Reserva Federal, quien está piloteando junto a la Fed una crisis financiera que sin duda es grave. Lo notable es que Ben Bernanke, el hombre que casi maneja el mundo subiendo o bajando la tasa de interés y otros instrumentos monetarios, es un especialista que se ha dedicado a investigar la crisis de 1929 y cómo ella derivó en una verdadera depresión económica en aquella época. Y aprendió de ella y de los errores que se cometieron entonces, para no volver a repetirlos. Su diagnóstico que el sistema financiero de los Estados Unidos está ante una crisis sistémica disparada por la explosión de la burbuja inmobiliaria es el que lo decidió a hacer en un principio una política monetaria blanda, y luego un salvataje de cualquier banco norteamericana que sufriera de problemas de iliquidez o insolvencia, que es lo que no llegó a hacerse en la crisis de 1929 llevando ello a la caída de muchas instituciones financieras y al contagio que ello generó sobre la economía real. Esto también deviene de la competencia. El aprendizaje, la crítica y la autocrítica no pueden surgir en una sociedad en donde mandan los incompetentes, en que el libre pensamiento ha sido suplantado por el pensamiento único.


¿Esto será competencia desleal?



Amigos y no tan amigos, no se asusten pese a los pronosticadores globales del Apocalipsis (esta semana uno hombre de Harvard dijo lo más tranquilo que podría caer un gran banco de los Estados Unidos, así como quien dice “hoy va a hacer calor y quizá llueva”. Como lo señalaba Manuel Rodríguez Rivero en el diario El País de este fin de semana, “a pesar de la crisis, el capitalismo tiene los siglos contados”. En los Estados Unidos, en Europa, en Asia, en una gran parte de América latina. De la Argentina hablamos en la carta de la semana próxima, total, como dicen los funcionarios de Kricri, aquí estamos bárbaro, y ahora que la oposición y el gobierno, en el Congreso, se sumarán para tomar la demagógica medida de re-estatizar Aerolíneas Argentina, Su Compañía,. estaremos mucho mejor, salvo los contribuyentes cumplidores que tendrán que pagar la fiesta, claro está. Me voy a ver CNN y escucharlo a Obama, un candidato negro que compitió lealmente con una candidata mujer (Hillary Clinton) en las primarias del Partido Demócrata. Eso, amigos y no tan amigos, es aceptar el desafío, tener la mente abierta, ir hacia adelante en vez de vivir en el pasado. Y claro, es progresar como sociedad. Por supuesto, el ataque de envidia no se me pasó pese al excelente consejo de la Dra. Paltrow. Hasta la semana que viene. Ajusten sus cinturones de seguridad, y los otros también. Un abrazo, 

El Hombre Electrónico 
(políticamente incorrecto) 
(carta publicada originalmente el 28 de agosto de 2008)

2 comentarios:

  1. Dany: Varias coincidencias y algunas disidencias que entiendo, provienen de un exceso de optimismo tuyo, como reacción a los agoreros progres que no dejan pasar oportunidad para anunciar ellos la enésima caída del imperio americano. La democracia es el mejor sistema,correcto, pero no te garantiza que lleguen los mejores o más capaces, aún con listas sábanas. Lo de la recesión también es cierto, aunque concedeme que hay varios índices que han aumentado preocupantemente (Desempleo, aumento de stocks), aunque como lo sucedido en estos días, habría que mirar la inflación core si el crudo llega a 80/90 dólares y las commodities agrícolas bajan sólo un 15/20% y en ese caso, te aceptaría más tu optimismo que al día de hoy. Lo de Europa es muy cierto, tienen una burbuja inmobiliaria igual o superior a la americana -que ya descontó precios, mientras los europeos recién comienzan a ver la debacle- y pretenden seguir con un Estado de Bienestar que no están en condiciones de bancar económicamente y que los ha anquilosado económicamente. La productividad americana ha venido creciendo en las últimas décadas y no se si viste un trabajo de Jorge Castro quién pronostica una fase de crecimiento de la economía mundial al que entiende como el ciclo más largo y prolongado de la fase capitalista y cuyo fín recién lo ve hacia el 2040 aproximadamente. Hay algo muy sintomático: muchas empresas retornan a producir a EEUU desde China y Europa del Este, dado el aumento de costos en estos países que ya dejaron de ser la mano de obra barata de otrora más el costo de los fletes; y China, aún con un dólar revaluado supongamos a 1,35 contra el Euro, y con el enfriamiento económico -si no querés aceptar la recesión- tendrá que volcar su producción a los emergentes y a su propio mercado; ergo, el Yuan, tendría que seguir revaluándose más aceleredamente para no sobrestockearse, algo que a regañadientes tendrán que hacer. Slds.

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  2. Hola, te vas a reir pero todavía no sé manejar bien este bloggr ni responder estos comentarios. Ya lo hice antes de ayer pero se me perdió en el ciberpespacio. Y deseo responderlo porque hay varios puntos muy buenos. Te pido me disculpes, ya aprenderé a hacerlo mejor. Gracias por escribirme. (estas son las intimidades del hombre electrónico)

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