Carta desde el ciberespacio número 190, del 25 de septiembre de 2008

Un país anestesiado, anómico, frívolo, polarizado, intolerante y fuera de la ley…
El desafío de pensar
Hola gente, amigos y no tan amigos. Estamos viviendo al día, mirando siempre el corto plazo, demasiado pendientes de la coyuntura. Ni qué decir de los medios de comunicación, que periódicamente toman un tema de manera compulsiva y se obsesionan con él hasta saturar, hasta que agotan a sus lectores, oyentes o televidentes con aquel runrún incesante, y entonces otra noticia más espectacular y adictiva que la anterior la substituye por equis días. Es como vivir en un eterno día de la marmota, aquella película en donde todo era igual al día anterior y las historias se repetían una y otra vez hasta cansarnos, aunque parezca que algo cambió y pasaran cosas nuevas que eran terriblemente viejas. Hay hasta profesionales de la comunicación, a veces muy buenos (y muy cínicos, de paso), que conscientemente se dedican a inventar temas candentes que opaquen o quiten el foco a los temas que quieren sacarse de la pantalla. Son las típicas maniobras de distracción. Un ejemplo quizá patético, aunque fallido, ocurrió en esta misma semana, cuando la Presidenta intentó “fijar agenda” (traducción: cambiar el eje de la información) anunciando una propuesta de grandes bancos internacionales sobre el tema de los acreedores que quedaron fuera de la refinanciación compulsiva de Néstor Kirchner, y agregando a eso unos discursos “espectaculares” (pueden darle a esa palabra la adjetivación que prefieran) en Niúiork, Niúiork, ya fuera en la sede de las Naciones Unidas u hoy mismo en el Consejo de las Américas, todo ello mientras en Miami el mismísimo Antonini Wilson declaraba en un tribunal comprometiendo aún más a funcionarios y ex funcionarios del actual gobierno, demasiado cercanos al ex Presidente Coyote Kirchner. Cricri quiso unas noticias para tapar la otra noticia, sin éxito, porque los argentinos empiezan a despertar de su letargo comenzado allá por el año 2002, cuando la Argentina vivió una implosión que generó daños de magnitud –ni siquiera descriptos por los sociólogos- en un país traumatizado por esas crisis terminales que, paradójicamente, nunca terminan, nunca se analizan y menos aún se resuelven, con lo que vuelven a repetirse una y otra vez. Por eso es hora de dejar el cortoplacismo por un rato. Capítulo I, ¿el pasado ya pasó?, las provocaciones de Luis Rappoport & Cía. “Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres”. La frase es del poeta y pensador alemán Heinrich Heine, y se puede encontrar como recordatorio en medio de Berlín, en una placaen el piso de la tristemente célebre Opernplatz, allí mismo donde en mayo de 1933 los nazis y sus fanáticos quemaron miles de libros en una especie de celebración del oscurantismo que hiciera ironizar a Signmund Freud con otra frase igualmente inquietante, aunque con aquella ironía que caracterizaba al creador del psicoanálisis: “es un gran progreso con respecto a la Edad Media; ahora queman mis libros, aunque entonces me hubieran quemado a mí". Aquel fue un intento de prohibir pensar diferente al pensamiento oficial y de “matar a la razón”, de los tantos que se han visto a lo largo de la historia. Y recuerdo aquel evento trágico aquí porque ayer nomás Luis Rappoport y Ricardo Ferraro (con un fuerte soporte de Daniel Marx) presentaron un libro, un libro más, por suerte, en los bellos salones de la librería El Ateneo en donde alguna vez funcionara el cine Gran Splendid. El tema del libro, por lo demás, hará que más de un kirchenrista fanático tenga la loca idea de quemar este libro, porque apunta a cuestionar el pensamiento único, y a promover un ejercicio maravilloso y un poco fuera de lo común llamado ‘pensar’, algo en desuso en esta argentina “tinellizada” en donde el juego es, justamente, el contrario: promover el “no pensamiento” a través de la frivolidad extrema de jugar a rozar el sexo explícito en horarios no aptos para menores (aunque luego estas genialidades son repetidas por muchos otros programas en horario central), aunque tampoco para mayores anestesiados, como lo están no pocos argentinos que han elegido la célebre fórmula de la felicidad barata y berreta llamada “pan y circo”. Y ustedes saben que yo no soy un moralista ni nada de eso, sólo un amante del buen gusto, de lo que nos eleva, no de los que nos hunde en la chatura. Seguramente el libro tampoco les gustará a los kirchneristas por otra razón adicional, ni qué decir de Cristina de Kirchner, alias Cricri, a quien le encanta “hacerse” la democrática y librepensadora mientras se piense como ella o pueda exponer sus ideas desde cualquier atril que le pongan adelante, incluso en los Estados Unidos, descalificando a quienes opinan o ven el mundo con otros colores y matices. No hace falta aclarar que aquel país, EE.UU., es lo suficientemente respetuoso y libre hasta el punto que cualquiera se puede dar el lujo de reírse de ellos (con ironías como el efecto Jazz o frases “chicaneras” como “los que necesitan un plan B son ustedes”), allí mismo, en su propia cara, jugando de visitante, mientras ellos se hacen los tontos, jeje, y los que no escucharon, jeje, aunque no, sólo parecen tontos, pero tienen la sana costumbre de pensar, simplemente pensar y dejar que ‘el tiempo haga su trabajo’. Claro está, este libro de Rappoport y Ferraro (con la ayuda de otros intelectuales argentinos) no les gustará a los K desde su título, “Presidencialismo Absoluto y otras verdades incómodas”, ya que si algo caracterizó estos años a “la Argentina de Tato” es un acercamiento progresivo a la anulación o el adormecimiento de poderes e instituciones de todo tipo, desde las políticas hasta las judiciales, sin dejar de mencionar a algo que parece tan inofensivo como el destruido Indek, a quien hoy mismo CriCri defendió en el Consejo de las Américas, casi dando cátedra sobre una materia tan compleja como las Estadísticas, cómo se hacen y para que sirven. Patético I, titularía Ambito si Julio Ramos viviera.
Die Argentinien Von Tato
Pero cuidado, el libro no está dedicado a los Kirchner ni es específicamente contra los Kirchner, ni mucho menos, sino que apunta al país todo, a los argentinos toditos, y no a la actual Argentina, a la de los últimos cinco años, sino a las de las últimas décadas, porque las actitudes sociales de anulación o subestimación de las instituciones que hacen a una República con todas las letras no es nueva, en todo caso es una tendencia que termina de cristalizarse en extremo en el actual gobierno presidencialista absoluto con delirios imperiales de la familia K, que viene a ser algo así como el colmo de la hegemonía “de arriba abajo”, queriendo sustituir el funcionamiento de las mismas instituciones que debieran formar parte de una República que funcione por las órdenes incuestionables del grande jefe, el bwana del momento, el que sonríe y dice un “yo no fui, hermanos y hermanas” inocente pero que lo quiere controlar todo como aquel ojo del Gran Hermano imaginado por George Orwell en la siempre presente novela, y tan actual que asusta, llamada “1984”, a secas.
Die Argentinien Von Tato
El libro es en sí mismo una gran provocación como sus autores, que nunca se quedan con la respuesta sencilla sino que tienen el educado hábito de repreguntar como el famoso “Juan el preguntón” de la vieja historieta. El libro buscó a unos cuantos pensadores y los desafió con unas diez preguntas fuertes para promover la polémica, para provocar el pensamiento. Es un libro humilde de objetivos, sólo quiere eso, provocar el debate, promover la reflexión y el pensamiento diferente, no único, no oficial, no nacional o importado, sólo honesto y apasionado por buscar y a veces hasta encontrar la verdad verdadera. Y entre las diez provocaciones que lanzan como botellas al mar, que no son sólo para los intelectuales inteligentes invitados al trabajo, o desafiados más bien, sino para los lectores que se aventuren a la provocación de pensar, hay dos o tres preguntas que, en mi opinión, son especialmente inquietantes. La primera es si lo que vivimos en la Argentina modelo 2008 es un presidencialismo absoluto o una democracia en vivo y en directo, como decía el mismísimo Cacho Fontana, pavada de cuestión más allá de las apariencias. No hace falta explicar mucho más. La segunda provocación, si el personalismo es lo contrario de la ley, lo que lleva a completar esa misma pregunta con una repregunta fuerte: ¿una sociedad libre debe ser esclava de la ley? Un excelente juego de palabras, de paso. La tercera provocación también se las trae: “sin oposición no hay democracia”, o avanzando un poco más en el desafío, “en la Argentina no hay oposición”. ¿La hay? –agrego yo-. ¿Adonde está? ¿Es que los medios no les dan prensa? ¿Es que no se la juegan? ¿Es que son demasiado inocentes al lado del “instinto asesino” del oficialismo a la hora de ponerse en el medio del cuadrilátero?
Die Argentinien Von Tato
Eniuai, como diría Palltrow, tengo también alguna crítica suavecita. No me gusta que en título se hable de “Otras Verdades Incómodas”, me parece un contrasentido con el mismo sano objetivo del libro utilizar la palabra ‘verdades’, aunque a veces el marketing se impone. La segunda, la elección de los desafiados, que me parece un poco sesgada hacia el progresismo honesto, pero progresismo al fin: me hubiera gustado encontrar allí a otros pensadores de la Argentina de esos que “think different”, un Mariano Grondona, por ejemplo, algún kirchnerista en estado puro como el mismísimo secretario de Cultura, alias José lo sabe todo. Etcétera, creo que se entiende. Vale la pena. Pensar siempre vale la pena, aunque duela. Eso es lo mejor. Para terminar, pueden ver un link en donde el diario Perfil publicó un video con la opinión de Rappoport y Ferraro, comentando el libro… http://www.perfil.com/contenidos/2008/09/17/noticia_0023.html Capítulo II, ataque de envidia ante un país en crisis, que la discute sanamente y que la enfrenta, en vez de esconderla… Patricia Paltrow, desde Niúiork, Niúiork, me habló a la mañana en medio de la verdadera batalla de expectativas que se está librando en la Calle de la Pared, y me hizo reír, como siempre. Nunca conocí a alguien así, tan “al mal tiempo buena cara”, siempre subida a la ola de la euforia como estilo de vida. Yo estaba mirando el canal Fashion TV mientras trataba de despertarme y pensaba en la mismísima Paltrow, usando mi camisa blanca un poco desabrochada aquí y allá, con su cabello ahora castaño claro y su corte supercorto que se inventó ella misma y que necesita sólo 28 segundos para peinarse (“o despeinarme femeninamente, baibi”, me dice), y algún trapito de su colección de Victoria Secret siempre en su lugar, porque para ella lo esencial es invisible a los ojos y la seducción es justamente esconder antes que mostrar. En ese momento “zona de nadie” en que no estamos ni dormidos ni despiertos, el telefonito comenzó a tocar el himno nacional de los Usas (la música que tengo en el celu para saber que ella me llama), y sin saludarme, acelerada como siempre, gritando porque acababa de abrir el bear market, aunque jugando hoy a ser bull market (con todos queriendo comprarse algo luego del duro discurso de dobleiú Bush de anoche y los anticipos de arreglo legislativo entre republicanos y demócratas), empezó a hablarme sin decirme ni hola, ni despabílate amor ni nada…. “Flaquito –me dijo entonces en tres idiomas- ya lo decidí, pese a que siempre voté a los republicanos, lo voy a votar a Obama, me fascina que en el lugar número uno de su agenda esté el cambio climático, si yo fuera el mismísimo JR de Dallas empezaría a vender stocks de las compañías petroleras, porque el mundo que viene será con una demanda petrolera ni fu ni fa si los Estados Unidos se dedican seriamente a desarrollar las energías alternativas, de paso, pobrecito el desequilibrado de Hugo Chávez. Yo misma hoy dejé el Mercedes en casa para dar el ejemplo, y me vine en bicicleta, aunque luego no sabía adonde dejarla en pleno Wall Street, así que tuve que llamar a un taxi para que la lleve a casa y se la deje al guardia de la entrada, yo me volveré en taxi, pero bueno, como decía tu abuela lo que vale es la intención, ¿no gordito?... ¿Y si me venís a buscar vos al buró y nos vamos a pasear?” Y me colgó el celular skype desde donde nos comunicamos ahora, cuando no tenemos una computadora cerca, claro. Se la escuchaba contenta, claro, si anoche me dijo en uno de sus comentarios políticamente incorrectos que los Estados Unidos son un país maravilloso, si un negro, o una mujer y hasta un abuelito pueden llegar a ser presidentes de aquel país en donde hoy mismo dobleiú bush se reunirá con los dos candidatos, McCain y Obama, para salvar al mundo, y no ya del comunismo, ni siquiera del consumismo, sino de una crisis puramente doméstica provocada porque se abusaron de los esteroides y su adicción a las bajas tasas de interés inventada por Greenspan, el exuberante irracional, para amortiguar el ciclo económico, con el resultado que infló más allá de la lógica algunas burbujas aquí y allá. Pero yo estoy en Buenos Aires, a 5000 millas de Paltrow, more o less, así que no llegaré a buscarla a su oficina de su banco del que ya no sabemos si es de inversión o comercial, comprado o comprador, pez chico devorado o pez grande devorador, de los contaminados o de los contaminadores, pero imagino que ella estaba bromeando, que recordaba que anoche estuvimos juntos pero sólo por computadora, ¿lo recordaba? En la pantallita Dell se la veía femeninamente femenina.
Eniuai, las noticias de los Usas todavía son confusas aunque van en la buena dirección…. · Queda claro que la opción actual, puesta blanco sobre negro ayer mismo por Dobleiú Bush, es el paquete de ayuda Seven o Eleven, o enfrentar una crisis como la de los años ‘30. No hay plan B... · Democratas y Repúblicanos se pondrán de acuerdo con el paquete Seven o Eleven y muchos ceros a la derecha, que para darles una idea aproximada implica el equivalente a dos PIB de la Argentina, para que CriCri se deje de aconsejar a los 100 economistas top-ten de la Fed y el Departamento del Tesoro, como suele comentarlo Miguel Angel Broda, otro optimista como Paltrow y yo mismo. · En un gesto republicano y democrático, Bush se reunirá hoy mismo con Obama y McCain en la Casablanca y discutirán, apasionados pero seriamente, sobre el destino económico de los EE.UU. Mientras tanto, ambos candidatos reciben todos los días una carpetita igual a la que recibe el mismísimo presidente con la agenda mundial y estadounidense del día. ¡Qué envidia!, si aquí CriCri sólo se reúne con quienes piensan como ella, y miente y se miente con las estadísticas, y recién ahora, luego de la crisis del campo, opositores y oficialistas empiezan a conversar en el Congreso sobre sus proyectos. · El conocimiento que el paquete Seven-Eleven ya tiene un consenso básico en el Congreso hizo rebotar fuerte a los mercados de valores de todo el mundo y planetas vecinos, como suele decir Enrique Szewach en FM Identidad. · Muchos sostienen que la recesión avanza en los Estados Unidos y de hecho hoy mismo hubo malas noticas sobre venta de bienes durables, ventas de casas nuevas y empleo. Pese a esto, la bolsa rebotó. Si el paquete se aprueba, ¿no es posible que la temida recesión sea un suspiro de dos trimestres? Paltrow sostiene que sí. · El dólar en el mundo venía recuperándose contra el resto de las monedas, y los commodities caían y las otras monedas se devaluaban. Esto se detuvo en los últimas semanas ante temores frente a las finanzas norteamericanas, pero la tendencia ascendente del dólar y la caída de los commodities volverán como tendencia una vez que se aclare el panorama económico, ni que decir luego de las elecciones. · Si todo esto ocurre, Bernanke desde la Fed y Paulson desde el Tesoro habrán hecho historia evitando una crisis como la de los años ‘30. Será la crisis que no fue y sólo los historiadores valorarán su trabajo. Amigos y no tan amigos, Paltrow es optimista y yo también, siempre me convence y a mi me encanta dejarme convencer por ella. Hasta la Victoria Secret, como diría el gatito de Nik (ya saben que yo son un poco frívolo, menos mal, sino la vida sería muy aburrida y angustiante)…
Hasta la Victoria Secret
Un abrazo, ajusten sus cinturones de seguridad, y los otros también. El Hombre Electrónico (políticamente incorrecto)