Buenos Aires – Brasilia, 2.380 kilómetros
Buenos Aires – Caracas, 5.090 kilómetros
¿BUENOS AIRES ESTA MAS CERCA DE CARACAS O DE BRASILIA?
La profundización
Lo único que se necesita para que el mal triunfe
es que los hombres buenos no hagan nada.
Anthony Burke
Hola gente, amigos y no tan amigos. La frase de moda hoy es “profundizar el modelo”, aunque hay diversas versiones y teorías sobre el significado que tendrá esto en la Argentina de Krikri. Patricia Paltrow, desde su apartamento en Park Avenue, me miraba anoche con sus ojitos azules color siete mares, de notebook a notebook, desde su cama a la mía, y se sonreía con un poco de ironía, cómo invitándome a que me tome el American Airlines de esta noche desde EZE a JFK para explicarme qué significa la profundización del modelo, y mientras me miraba desde la webcam me ayudaba a calcular la distancia que hay entre Caracas y Buenos Aires, y entre Brasilia y Buenos Aires. Debo reconocer que me demoré un rato largo en encontrar cómo trazar las rayitas entre esas ciudades para calcular la distancia en los maravillosos mapas de Google Earth. Ella insistía (con su mentalidad cosmo) que debía calcular la distancia exacta (es más obsesiva que yo, claro) desde el Palacio de Miraflores (la casa oficial de Hugo Chávez) hasta la Quinta de Olivos, y desde allí hasta el Palacio de Planalto, en Brasilia (la casa oficial de Lula, el “presidente mais grande do mundo”), mientras yo insistía que no había que ser tan precisos, que eso no hacía la diferencia, pero bueno, ella perdió pero me ganó, afortunadamente siempre me gana. Por supuesto que comprobamos lo obvio: que la distancia entre Buenos Aires y Caracas es de 5.090 kilómetros, más del doble que la distancia que hay entre Buenos Aires y Brasilia, que es de 2.380 kilómetros. Pero de repente Paltrow se puso como los mismísimos Kichner y empezó a negar la realidad a lo grande: “No es tan obvio como parece, flaquito gordito, sobre todo si calculamos la distancia entre el Palacio Miraflores y la Quinta de Olivos, en ese caso claramente Caracas está más cerca de Buenos Aires que el Palacio de Planalto, ni que decir de Itamaraty”, me dijo como si supiera, cosa de mujeres seguras de sí mismas, cosa de brujas, como quien asegura que el perfume Carolina Herrera es mucho mejor que el Chanel n° 5 con el que se vestía Marilyn Monroe todas las noches. Junous con las maravillosas mujeres que nos alegran la vida y le ponen adrenalina. Pero, ¿tendría razón? ¿Funcionará la metáfora?
Eniuai, Paltrow se quedó hasta las doce y media de la noche (y eso que madruga para ir a darse contra la Calle de la Pared, finalmente sólo es una banquera en tiempos de crisis) para tratar de convencerme que estamos más cerca de Caracas que de Brasilia, y eso que todavía Néstor Kirchner no había duplicado la apuesta otra vez contra el Grupo Techint (lo que ocurrió hoy mismo, demostrando que ya no pudo con su genio otra vez y que la dosis de RR, Rivotril Roche fue insuficiente para calmarlo). Pero terminó dándole hoy la razón a Paltrow, otra vez. “Claramente estamos más cerca del Palacio Miraflores que del Planalto, y la profundización no es otra cosa que eso, Beibi –me dijo ella anoche, jugando no sé a qué con su pijama Victoria Secret nuevo-: más Estado, más capitalismo de amigos, más de doblar la apuesta y triplicar puntos palabra como en el scrabble, casi como la frase que solía decir tu amigo Sturzenegger (padre) hace años cuando sostenía que la Argentina es un capitalismo sin mercado y un socialismo sin plan, pero claro, Adolfo se refería a los años de Alfonsín, pobre Alfonsín, al lado de esta ‘vieja economía’ era una carmelita descalza.
Y a las 0:30 am en punto se fue a dormir, claro, no si antes decirme un beso y aclararme que “los muchachos” (así le dice a los operadores en el touchpad) debieran tener un poco de cuidado con esa idea que el dólar se caerá en picada y que vendrá la inflación en los Usas, y que vendrá el Apocalípsis otra vez (ese Apocalípsis que ya pronosticaron hace 4 meses en medio del ataque de pánico anterior). Fuer por eso que en estos días salieron a comprarse cualquier cosa nominada en euros, yuanes, yenes, reales, metales, commodities de lo que sea y hasta canguros australianos. “Me parece que están subestimando al trío Obama-Timoteo-Bernanke, gordito, que cuanto tengan que rebobinar los T-Bonds y aspirar los dólares emitidos para salvarnos de la crisis no dudarán ni un nanosegundo en hacerlo en su medida y armoniosamente, con lo que todos los que pronosticaron otra vez el fin del capitalismo, del dólar y de los iúesei se quedarán tostaditos y arrebatados como un asado a la neocelandesa, iunou, beibi”. Y me mandó un beso de los suyos y se fue a dormir, dejándome desvelado con la preguntita del millón de ¿dólares?, ¿euros?, ¿remimbis?, o sea, ¿qué es la profundización?, ¿estamos más cerca de Caracas que de Brasilia?, ¿se cae el imperio americano y ahora viene el chinaway?, o como dijo Rosendo, estamos más cerca de Moscú, del Moscú de Putín, Groucho Marx y el capitalismo de amigos, claro, no del de su primo Carlos.
Capítulo Unico, la profundización de la profundización
Si alguien hubiera dicho que entre abril y junio (un poco después que el gobierno adelantó las elecciones por “culpa” de la crisis financiera internacional) los indicadores internacionales mejorarían como mejoraron en estos largos tres meses pasados, le hubieran dicho que estaba crazy y nadie le hubiera creído. Pero Néstor Kirchner es un hombre se suerte, le empiezan a decir Luckyman, de hecho. El cuadro del estudio Broda que está arriba confirma la espectacular mejora de todos los índices verificada desde el 9 de marzo, momento en que la crisis mundial se tomó vacaciones, nadie sabe si hasta el 29 de junio (un veranito para demostrar que Dios es kirchnerista, con perdón de la metáfora) o por más tiempo. El Don Jones subió 33,2% desde el 9 de marzo, el Bovespa subió 48,3%, la soja subió 40,7%, el dólar en el mundo cayó 12,3% (contra el euro) y el real brasileño se revaluó 18,2%, todo lo que terminó provocando que el riesgo argentino cayera 644 puntos por única y exclusiva “culpa” de la crisis financiera internacional por la cual debieron anticiparse las elecciones, ya que el mundo se “estaba cayendo a pedazos”, como lo explicara la Presidente y Presidenta Kirchner en los fundamentos que la llevaron a adelantar las elecciones. ¡Eso es timming!
Pese a esto, el kirchnerismo siguió alejándose del mundo y acercándose al paradigma de “vivir con lo nuestro”, con un componente crecientemente estatizador (que no es lo mismo que nacionalizador) de la política económica. Y esto es lo que viene, aunque en dosis mayores, a partir del 29 de junio, y pese a que Néstor Kirchner abrace a la gente, diga discursos educados, acuse “respetuosamente” a quienes no piensan como él y les regale besos a los bebés y las abuelas en los actos de la campaña pre-electoral del famoso “cono urbano”.
¿Se trata que el recordado teorema de Baglini (veasé en Internet “Blaglini”) está funcionando al fin, y a medida que la realidad acecha los funcionarios entran en razones? Lamentablemente no parece ser el caso, lástima, hubiera sido todo un detalle, pero parece que no, más bien es sólo un simulacro, sólo cosmética, ya que como lo sostiene Paltrow, mi asesora de cabecera desde Niúiork Niúiork, se viene la profundización de la profundización del modelo. O puesto en términos geográficos, la Argentina no se acercará a Brasilia ni a Lula, aunque tampoco se alejará demasiado, y por ahora los Kirchner seguirán más cerca de la Venezuela de Hugo Chávez. Pero, ¿la Argentina mira sólo a Caracas, o también le da una miradita al Moscú de Putin, como lo sostuvo Rosendo Fraga en estos días, aunque nadie sabe si esto es ir a Guatemala o a Guatepeor.
El miércoles, durante el ciclo mensual del Estudio Broda, quedaron claras varias cosas…
· Luckyman I. La crisis internacional estaría tocando fondo, de hecho las economías ya están cayendo más despacio, y hacia delante la economía norteamericana empezará a recuperarse moderadamente, traccionando al resto de un mundo que mientras tanto se llena la boca pronosticando la caída del imperio americano y apostando en contra (en contra de sí mismos, claro, veasé el caso europeo, sin ir más lejos). Miguel Angel Broda, navegando entre los pronósticos pesimistas y optimistas, apuesta con bastante realismo que habrá una recuperación a partir del 2010, que ya podría insinuarse en el último trimestre de este año. Hay que decir que, contra la corriente, tanto Miguel Angel Broda como Patricia Paltrow se mantuvieron en estos meses, muy cabezaduras ellos, sosteniendo que la feroz política hiperactiva anticrisis de Ben Bernancke y del Tesoro norteamericano, y su apuesta a una sincronización internacional de estas políticas, evitarían que la explosión de las burbujas se convirtiera en una crisis de la profundidad de la ocurrida en los años ’30. Todo indica que no se equivocaron, más allá de algunos sube y bajas y malos números macro que seguirán apareciendo (empleo, por ejemplo).
· Luckyman II. Nadie sabe si porque el país está lejos del mundanal ruido, o porque la soja está volando otra vez y el dólar real mejoró aquí gracias a que cayó en el mundo, o porque se pudo evitar una caída violenta del desempleo, o porque de tanto negar y negar que hay crisis, inflación y estancamiento los Kirchner lograron impensadamente amortiguar el impacto, o porque los argentinos también son negadores de la realidad (ya que nos creemos el ombligo del mundo), lo cierto es que la economía parece haber comenzado a amesetarse en algunos indicadores que tienen que ver con la demanda doméstica de bienes no durables (ventas en supermercados y shoppings, consumo de servicios públicos…). Y hasta la industria comenzó a mostrar algunos síntomas de que hay vida después del Apocalipsis que faltó a la cita. Los datos son de Broda, pero coinciden también con los de mi amigo Luciano Laspina, el “chief economist” del Banco Ciudad (no confundir con Banco City).
· Luckyman III. Pese a esto, la salud de la economía muestra sus dificultades, y graves, en todos los indicadores que se relacionan con el largo plazo. Las inversiones productivas han caído ferozmente, así como la siembra de granos y las otras producciones de ciclo mediano o largo. Las importaciones se pulverizaron, las ventas de autos y propiedades se siguen desplomando, el empleo en el sector construcciones destruyó muchos puestos de trabajo mientras el empleo en blanco se está reduciendo (pese a la publicidad oficial que anuncia que está “tudo bem, tudo legal”, una excelente estrategia para atacar el empleo en negro que se atrasó 5 o 6 años y que se instrumenta justamente cuando las empresas en lo que menos piensan es en crear nuevos puestos de trabajo, ni blancos, ni grises ni negros). Con estos datos, todo indica que Luckyman tiene suerte de corto plazo, interna e internacional, y ya se sabe que en la Argentina el largo plazo es una época que a nadie le interesa, agobiados como están los argentinos preguntándose todas las mañanas al salir de su casa si los atrapará un mosquito dengue, un colectivo cruzando una luz roja, un chico de 15 años jugando a Bonnie & Clyde, la gripe porcina o la imposibilidad de conseguir algo tan trivial como monedas para transportarse y comprarse un chocolatín. Dicho de otra forma: “die argentinien von Tato no tiene futuro”, sólo vive en un eterno presente.
Amigos y no tan amigos. Este mismo miércoles, en el ciclo económico del Estudio Broda, quedó flotando una conclusión adicional, impensada. Si Kirchner se siente ganador el 29 de junio, se verá tentado a duplicar la apuesta y profundizar el famoso “modelo”. Y si Kirchner se descubre perdedor, más inseguro, derrotado, más debilitado, intentará retomar la iniciativa, inclinándose más hacía Chávez que hacia Lula. De las dos maneras hará lo mismo, ya que su lógica (en la fortuna o en la desgracia, en la salud o la enfermedad, en las buenas o las malas) no es otra que duplicar siempre la apuesta. Este es el pronóstico del día 29, si es que la oposición sigue jugando a polemizar y acusarse los unos a los otros, infantilmente, para hacer felices a los Kirchner, en vez de juntarse para promover -antes de las elecciones- un acuerdo sobre los grandes temas en los que todos están de acuerdo (la salud de la República, por resumir la idea). Sólo esta señal de una oposición unida en los grandes temas les daría a los diarios del lunes 29 de junio la posibilidad de titular que “ganó la oposición con un 65%, more o less”. Rosendo Fraga lo señaló con todas las letras en su análisis político este mismo miércoles, lúcido como nunca: “la clave de la oposición es un acuerdo parlamentario que justifique la suma de votos en la noche del 28 de junio”. ¿Quedó claro?
Epílogo, sobrevivir con lo nuestro
El modelo de “vivir con lo nuestro” es la frase que mejor resume lo que vendrá en esta pronosticada profundización del modelo. Más Estado. Menos Mercado. Más intervención. Menos sector privado. Más presiones, más pensamiento único, menos República. Queda claro que el modelo de “vivir con lo nuestro” consiste en una economía en donde, poco a poco, se han ido eliminando los motores del desarrollo económico genuino y sustentable. Primero el gobierno confrontó con el sector agropecuario (que ahora siembra e invierte mucho menos), ahora confronta de manera creciente con la industria (que ya está invirtiendo mucho menos). ¿Cuáles serán los motores que seducirán las inversiones productivas que motoricen un aumento del PIB, entonces, si la llamada economía real deja de invertir en la Argentina? ¿Alcanzará con el Estado Gastador? ¿Alcanzarán los servicios reales y financieros en el sector privado? ¿Alcanzará con el Estado Empresario, Inversor y Empleador? La Argentina ya probó esa fórmula en el pasado, sin éxito, y ahora lo que viene es una remake de la década del 80, con más empleo improductivo y menos inversiones productivas. Aquella vez todo terminó en estanflación, con crecimiento modesto y puja distributiva, en una economía sin fuerza, sin estímulos, sin señales. Eso, y no otra cosa, es el capitalismo de amigos, no es un camino al socialismo, no es el modelo de Hugo Chávez de estatización de empresas nacionales y nacionalización de empresas extranjeras. Es simplemente sobrevivir con lo nuestro, hasta que se agote, claro.
¿Profundizamos?
Les envío estas cartas y me voy a conversar con Paltrow sobre la supuesta caída del imperio americano, jeje.
Un abrazo, y hasta la Victoria Secret.
El Hombre Electrónico (Políticamente incorrecto)