Microclima “de inversiones líquido” (una calificación posmodernista…)
LA ESTATIZACIÓN DE LOS NEGOCIOS Y SU IMPACTO ECONOMICO...
Desinversión
Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
Joaquín Sabina, según Ana Belén
Hola gente, amigos y no tan amigos. Anoche Patricia Paltrow me envío una canción muy bonita (http://www.youtube.com/watch?v=Imh0vEnOMXU) que les recomiendo ver y escuchar antes, durante o después de leer esta carta 227, tan optimista y llena de buenas noticias como siempre. Y luego hablé con ella, claro, como todas las noches cuando estamos a 5.250 millas de distancia, tan lejos y tan cerca gracias a la www. “Flaquito, ¿porqué Kricri no defiende la democracia en la Argentina tanto como defiende la democracia en Honduras? –me preguntó-. Dale, Gordito, plis, ¿me lo explicás?, porque no entiendo tanta preocupación por el mundo y los planetas vecinos mientras por casa sólo se dedica a conjugar los verbos manipular, polarizar, empobrecer, redistribuir (alvesre, claro), crispar, distorsionar, inflacionar, idiotizar, desojizar, culpar, teorizar, discursear, presionar, criticar, juzgar, ideologizar, esconder, negar, estatizar, intervenir y todas esos verbos que lo único que hacen es congelar el ya débil clima de negocios que registra el país de los argies (y no por culpa de la crisis global), impactando la única variable clave que se les resiste para reducir la inflación, hacer crecer la economía, aumentar la creación de nuevos puestos de trabajo y bajar los escandalosas cifras sobre la pobreza e indigencia, que duplican los datos que reconoce el gobierno”. Claro, hablaba de la palabrita mágica, Inversión (con mayúsculas). Y luego, jugueteando en código Paltrow, porque estaba en la Calle de la Pared tratando de explicarse y explicarme si la caída de los mercados de ayer y hoy era sólo una toma de ganancias XL o un nuevo aumento del europesimismo global, me dijo “flaquitogordito, ¿tendrá sostenibilidad el modelo K?”, hablándome desde su blackberry corporate, Y me mandó una de las fotos de Victoria Secret que colecciona en su carpeta de Mis Imágenes (sus imágenes, claro) cuando recorre los catálogos por Internet y se compra ropa para un pijama party de a dos, o un sostén o tres, o un traje de baño para nuestras vacaciones (de esos que parecen ropa interior) para cuando nos encontramos en Ilhabela para vernos y ver el mar entre las montañas. Claro, mujer al fin, a Paltrow le gusta comprar y comprar no sólo bonitos, acciones preferidas y stocks, sino también esas cosas frívolas y fashion “para que el deseo (que es masculino) se enamore de la seducción (que es femenina)”, aunque para mi amiga Fiore (alias no se de que se trata pero me opongo) se trata de una frase machista e insoportable.
Pero estábamos con la inversión en la Argentina, o más bien la desinversión, y con la pregunta sobre si la situación argentina es sustentable, o sostenible, o sencillamente tolerable.
Problemas de sostenibilidad
Capítulo único, ¿adónde está el piloto?, y de paso, cómo orientarse sin Gps, Indek u otros instrumentos
Amigos y no tan amigos. No es fácil describir la realidad argentina, llena de versiones y explicaciones sobre un mismo hecho y más esquiva que el mismísimo Macondo. Para ejemplo, les envío un archivo adjunto con una especie de manual de instrucciones escrito esta mañana, a las apuradas, por mi amigo Ernesto Kritz, explicándonos algo tan “sencillo” como lo es la diferencia entre las cifras oficiales sobre pobreza e indigencia que acaba de dar a conocer el Indek (13,9% en la primera mitad del año) y las que detecta la Iglesia, que habló del “escándalo de la pobreza”. O, sin ir más lejos, la Sociedad de Estudios Laborales que dirige el mismo Kritz, y que estima que, hoy por hoy, la cantidad de personas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza a nivel nacional no es inferior al 32% de la población total. Dicho crudamente, para el Indec los habitantes que se encuentran en la pobreza son menos de la mitad de lo que estiman tanto la Iglesia como el SEL, y algunos otros economistas respetados y estudiosos de la realidad social de la Argentina.
Fuente: Sel
Pero mientras esto ocurría en la Argentina, Cristina Kirchner sonreía en Niúiork Niúiork por poder fotografiarse con el Presidente de los EE.UU., Barack Obama en un almuerzo, pese a que el día anterior ella le había dado algunas recomendaciones fundamentadas sobre los riesgos fiscales de los paquetes de salvataje de los iúesei, observando al mismo tiempo que estos mismos paquetes podrían ser insuficientes para recuperar la economía global. “Debe ser por eso gorditoflaquito que los mercados del mundo se están cayendo fuertemente hoy”, me dijo recién Paltrow desde la Calle de la Pared, observando que no se salvaron ni los chinitos, ni Brasil, ni el mismo Don Jones. “Sí, beibi, debe ser por lo que dijo Kricri, no tengo dudas”, me dijo, y me colgó como lo hace siempre, con su sonrisa alegre y acelerada de siempre. Eniuai.
Lo concreto es que en la Argentina las inversiones productivas vienen cayendo en la Argentina desde antes del inicio de la crisis financiera internacional, lo que significa exactamente eso, que la caída no es responsabilidad de nadie más que de la ausencia de un clima de negocios que seduzca a los inversores del mundo para venir con sus capitales y sus tecnologías a la Argentina. En los hechos, el gobierno (más allá de sus declamadas buenas intenciones) no hace otra cosa que decirles a los potenciales inversores que “por favor muchachos, váyanse a Brasil, a Uruguay, a Chile, hasta a Perú, porque nosotros no los necesitamos, podemos vivir con lo nuestro. Por algo somos nosotros, los mejores”. Lo concreto, también, es que la ausencia de estadísticas confiables en la Argentina (ni un mísero GPS con locutora en español) hace que ni siquiera se pueda establecer el nivel de la caída, o si ya hay indicios de recuperación, ni nada, porque cualquier estadística que se tome proveniente del Indek es cuando menos dudosa, por no decir mentirosa, para decirlo sin vueltas. Para el Estudio Broda, en agosto pasado, la Inversión Bruta Interna venía subiendo hasta el primer trimestre de 2008 (cuando comenzó la crisis del campo), desde entonces viene cayendo trimestre a trimestre, y acumula una pérdida de casi 3 puntos del PÏB, lo que no es poco decir para un país que tiene una inflación cercana a 15% anual por insuficiencia de oferta y presión de los costos, cuellos de botella aquí y allá, distorsiones de precios relativos, problemas de empleo aún elevados y niveles de pobreza e indigencia en ascenso, más allá de los chistes y las explicaciones poco serias del Indek, que no hacen reír nadie.
Pero si no les gustan las cifras del Estudio Broda, pueden tomar las de Orlando Ferreres y Asociados (sacadas de Ambito Financiero), que muestran una tendencia muy parecida, ya que vistas en porcentaje del producto bruto pasaron de 22,8% en el prime trimestre de 2008 a 19% para el segundo trimestre de 2009, nivel en que podrían estar amesetándose, si las cosas no se complican otra vez (aquí, claro, no en el mundo). Conclusión, una pérdida de nada menos que 3,2 puntos en términos del PIB.
Fuente: Estudio Broda, ciclo económico de septiembre 2009, con datos originales de FIEL
Cuando se pone la lupa sobre estas cifras y se las desagrega, se encuentra más o menos el mismo recorrido, con matices. En el cuadro del Estudio Broda de agosto pasado (abajo) puede verse una caída casi en picada: la más clara corresponde a la inversiones en equipamiento importado (la línea azul), que tocaron un techo en el último tramo de 2007, para caer nada menos que 37,9% entre el III trimestre de 2008 versus el II trimestre de 2009, aunque como se ve en el gráfico, la caída comenzó bastante antes. Con todo, hay que realizar una observación sobre los bienes de capital importados: el gobierno viene limitando hace meses las importaciones de todos los productos, no sólo por problemas de falta de demanda interna (aunque la demanda agregada cayó por la crisis interna y la internacional) como por la necesidad de sostener un elevado superávit comercial (que ya acumula 12.000 millones de dólares en los primeros 8 meses del año) para financiar la fuga de capitales de los últimos dos años y enfrentar la restricción externa que sino podría haber afectado seriamente al país en caso de que esta fuga de capitales se combinara con la baja en los precios de los commodities, la sequía y los menores saldos exportables.
Fuente: Estudio Broda, ciclo económico de septiembre 2009, con datos originales de FIEL
Epílogo:
· La Argentina muestra hace años una larga lista de hechos que, sumados, provocan la ausencia creciente de un clima de negocios que estimule a las empresas para invertir, generar nuevos puestos de trabajo, re-equiparse y crecer, salvo en algunos sectores particulares como la industria automotriz, la construcción privada y, hasta hace un año y medio, el viento de cola internacional y su impacto positivo sobre el campo. La primera conclusión es que esos motores del crecimiento económico que caracterizaron al período 2003-2007 están hoy bajo tensión y no repetirán su perfomance previa.
· Sobre esto, el gobierno viene tomando medidas crecientes de estatización de los negocios, lo que se ha dado en llamar “capitalismo de amigos”, en un entorno creciente de inseguridad en las reglas del juego, que no seducen inversores nuevos y, por el contrario, los alejan, salvo los nichos asociados a esta “estatización de los negocios”, que no es otra cosa que querer substituir al sector privado en su función productiva por un Estado Empresario, que cada vez que se probó en la Argentina fracasó de manera estruendosa, con más desinversión, peor calidad de las inversiones estatales y una caída en la productividad que se disimuló en el corto plazo por la creación o el sostenimiento público de puestos de trabajo poco productivos (el caso de Aerolíneas, por ejemplo), asistencialismo social combinado con clientelismo y otros mecanismos para ponerle un piso a la crisis.
· Las mentiras del Indec, el proyecto de ley de medios audiovisuales, los subsidios al llamado “futbol gratis” (pese a que en economía la palabra gratis no existe y la factura siempre llega, tarde o temprano, por las buenas o por las malas), en un entorno de estrechez fiscal creciente y con signos innegables de pobreza e indigencia en ascenso, más el aumento insostenible de la presión fiscal, la estatización de las “Afejotapes” y el clima de incertidumbre y no respeto a las instituciones, se combinan para expulsar inversiones, en el momento en que el país más las necesita por sus problemas de empleo, pobreza, crecimiento económico, productividad y tecnificación.
Con estos datos, sin los motores que explicaron la recuperación económica 2003-2007, los socios del “club del capitalismo de amigos” posiblemente tampoco apuesten a invertir en la Argentina, porque no saben qué pasará a partir del año 2010.
Quienes creen en el capitalismo y en el esfuerzo están desalentados. Los hombres del campo, ni hablar. Los medios de comunicación no invertirán sino tienen un panorama de mediano plazo y certidumbre. Las empresas extranjeras en general no invertirán en un país que permite que los trabajadores tomen las autopistas para quejarse por haberse producido despidos o al centro con estudiantes de filosofía que sueñan, otra vez, con cambiar al mundo como en los años ‘70. Las telefónicas no lo harán porque perciben el clima en su contra en la clase político (no sólo los kirchneristas), según lo que les manifiestan a sus amigos locales desde sus blackberrys de última generación. Las empresas productoras de electrónicos no lo harán tampoco, porque posiblemente habrá ahora un impuesto para proteger a las “industrias” infantiles de Tierra del Fuego
Y aunque los llamados pragmáticos sigan adelante cerrando los ojos (como peces de ciudad, la canción de Aná Belén que les recomendé), y aunque la economía pueda desacoplarse de la política, y aunque hay síntomas de lenta y amarreta recuperación (como lo señala el consultor Miguel Angel Broda), la pregunta del millón es hasta cuando puede sostenerse una economía sin inversiones productivas y en un escenario político-psicoanalítico de más psicótico (y negador de la realidad) que neurótico.
No hay una respuesta clara a esta pregunta, claro, aunque el escenario internacional está mejorando y la Argentina se enfrenta nuevamente a una buena oportunidad, con condiciones de aprovecharla si el contexto político se olvidara de caprichos e ideologías pasadas de moda.
La película ya la vimos; “Otra vez sopa”, se llama. Y para peor, la estatización del futbol mostrará a todo el mundo, en vivo y en directo, a una Argentina y a un Maradona que no entusiasman para el próximo mundial. “Gordito –me dijo recién Paltrow al cierre de los mercados-. Aquí tenemos una fuerte toma de ganancias, allí una fuerte toma de pérdidas. ¿No los ves cada día más parecidos a Diego y a Néstor?”. Y apretó End, claro, riéndose para no llorar. Mejor escuchen a Ana Belén:
http://www.youtube.com/watch?v=Imh0vEnOMXU El modelo económico perdió su sostenibilidad
Un abrazo y hasta la Victoria Secret.
El Hombre Electrónico
(Políticamente incorrecto)