Carta desde el ciberespacio 281


Hugo Chávez cumple 12 años (en el poder),
mientras se pelea con Twitter



¿Chavez es popular? ¿Cristina Kirchner ganará en primera vuelta? ¿En la Argentina no hay oposición? ¿La soja asegura el superávit comercia indefinido? ¿El viento de cola será permanente? ¿Los Estados Unidos y el dólar se van a pique? ¿La inflación argentina con un dólar anclado no es peligrosa? Lea estas y otras "leyendas urbanas" que se instalan como verdades...

Batallas mediáticas y otras semiverdades

Hola gente, amigos y no tan amigos. Mientras en la Calle de la Pared Patricia Paltrow sigue comprando stocks de empresas norteamericanas, pese a que los mercados se han mostrado inquietos ante la incertidumbre generado por la triste situación de Egipto, la semana mostró una economía estadounidense que, si es cierto que "tiene los días contados" (según lo sostienen con su pesimismo habitual los pronosticadores del Apocalipsis), lo está disimulando muy bien, demasiado bien. "Flaquito -me dijo recién desde su Blackberry-, hoy jueves todo venía mal, pero cierra mejor, y en toda la semana hubo indicadores de actividad económica que mejoraron, pedidos de seguros de desempleo en baja, un retorno de las automotrices clásicas (incluso la 'quebrada' General Motors) con ventas subiendo cerca del 10% respecto al año pasado, etcétera, etcétera. Y encima, todo esto ocurrió pese a una nevada histórica que no me dejó ni siquiera la posibilidad de ir a la oficina, todo lo manejé de mi pobre departamentito vacío de Parkaveniú, y todo porque vos no querés venir a visitarme" y hacerme unos te con limón y abrazos.
Yo la escuchaba con su catarata de buenas noticias que hay en el mundo, pese a todo, y me dieron unas ganas locas de hacerme mi valijita, cargarla de medias de lana, pullovers abrigados, botas para el hielo y la nieve, un gorrito de lo más simpático para cuidarse del frío (porque el frío entra por las orejas, la nuca y los pies, como decía mi abuelita) y, por supuesto, mis calzoncillos largos tan masculinos y seductores. Hasta me dio un ataque de optimismo y pensé con calidez en estar con Paltrow en esta ola de frío polar, y se me cruzó, claro, qué cálido que debia ser estar allí con ella, adonde seguramente la ola de frío hubiera sido superada por los cariños y jueguitos que suele inventarme esta mujer cosmo en momentos como el actual, en que estoy un poco deprimido ante la chatura de las polémicas argentinas sobre el futuro, en donde más que discusiones serias todo pasa por debatir si haya inflación o no, si Cricri se va a presentara o no, si Guillermo Moreno (un prócer del subdesarrollo) tiene derecho a aplicar la ley de abastecimiento, frenar la inflación por decreto y todas esas pavadas qué sólo ocurren en un país como la Argentina, la nación de los debates equivocados, atrasados, antiguos, repetidos, anestesiados, con más ideologías que ideas.
La tentación era grande. Reservar el primer vuelo (como en las películas), taxi, Ezeiza, rezar que no  hubiera un piquete por alguna razón absurda y me impidiera llegar hasta el chekin de Américan Airlines, su compañía, y subirme y dormir hasta llegar a Niúiork Niúiork y luego el abrazo cálido en el airport. Pero no, confieso que me dio un ataque de cobardía: pasar de los 30 grados de Buenos Aires a los-2 grados de Niúiork me desalentó. Así que la llamé a Paltrow vía Skype y le dije que seguíamos con el programa original de nuestras citas: octubre a marzo en el hemisferio sur, abril a septiembre en el hemisferio norte, o sea, así como solemos ir contra la manada, en temas climáticos perseguis siempre el sol y el calor. La nieve no es para nosotros. Claro que no le hizo gracia la conversación e imaginé futuras negociaciones diplomáticas, ¿le tendría que pedir a Hector Timerman que haga de intermediario? No, no haría falta, Paltrow y yo tenemos la costumbre de resolver estas cuestiones con un sencillo beso de diez minutos.

Capítulo único, sobre batallas mediáticas, seducciones y semiverdades

Y mientras en Venezuela el Comandante Yeneral Chávez celebraba sus 12 años (en el poder, claro...) y se peleaba con Twitter, los molinos de viento, el imperialismo tan odiado del que vive tan bien y los temores que hoy por hoy atemorizan a los viejos gobernantes autoritarios que están describiendo (con lo ocurrido en Egipto) que el Ciberespacio no se puede cerrar por decreto de necesidad y urgencia, ni cerrar el país ni esconderle al mundo la prepotencia, los abusos de poder, los excesos y las dificultades económicas, yo pensé en nuestra versión local de semiverdadaes en que estamos metidos, y que el gobierno ha logrado instalar como verdades reveladas, casi como si fueran hechos predestinados que nada ni nadie podrá modificar.
La primera "leyenda urbana" que se ha instalado en la Argentina es que no hay ninguna duda que si Cristina Kirchner decidiera presentarse como candidata en las próximas elecciones, conseguirá el 40% de los votos necesarios para evitar la segunda vuelta, esto es, el balotage que podría hacer que en una segunda vuelta la oposición se pusiera de acuerdo y los votantes votarían al candidato que mejores posibilidades tuviera de ganarle al oficialismo en esa instancia.
Los encuestadoras oficiales sostienen, con una seguridad llamativa, que el 40% de Cristina Kirchner está asegurado, aunque a 10 meses de las elecciones, esta premisa parece como mínimo apresurada, poco comprobable y cuando menos temeraria. Pero muchos en la Argentina han comprado esta "verdad" revelada como un dato incontrastable de la realidad. ¿Será? Paltrow, desde su depto de Parkaveniú, dice que no, y yo le creo más a sus intuiciones de mujer cosmo experta en saber mirar los impulsos del mercado que las tendencias de fondo, y discriminar a una cosa de la otra.


Presidenta Cristina Kirchner

La segunda semiverdad instalada es que en la Argentina no hay oposición, y que si la hay, está disgregada, mirándose el ombligo, preocupada por llegar al poder como sea (como si en el oficialismo fueran carmelitas descalzas y no buscaran lo mismo). La realidad es otra. No hay vida en la Luna, pero sí hay oposición, políticos de diversas ideas e ideologías, igual de humanos que los hombres y las mujeres del oficialismo, y tan capaces de gobernar, mal o bien, como ellos.

La semana pasada Ricardo Alfonsín, en Mar del Plata, dio una muestra que la UCR está viva, y que él mismo es un candidato prudente, moderado, que no se opone a todo lo que se hizo en el pasado ni lo acepta todo cómodamente. De hecho, tienen muchas ideas parecidas a las aplicadas en estos años por el oficialismo, lo que no tiene nada de malo. La pregunta es si puede ganar, y luego de eso si tiene la capacidad y firmeza suficientes para gobernar un país desordenado, un poco desquiciado, agotado, anómico y anestesiado. Y la respuesta es que todo indica que el radicalismo, sea él, sea Sánz o sea el hoy Vicepresidente Cobos, parece haber aprendido de su pasado, y que si algo tienen claro que es no serán un Fernando de la Rúa II, ni blandos, ni demasiados preocupados. ¿Habrán aprendido a ejercer el poder como "tan bien" lo hacen los peronistas (capaces de ser de izquierda o de derecha y seguir al ganador, sea quien sea, casi verticalmente)? No lo sabemos. Pero ellos, el radicalismo parece haber comprendido que a la hora de gobernar hay que dejar la política de comité, las discusiones, y hay que apoyar razonable y prudentemente al candidato elegido por la ciudadanía. Claro que el oficialismo ha logrado instalar la idea de que la UCR, luego de la experiencia de la Alianza, es demasiado peligroso a la hora de gobernar. Y todos creen esa idea no del todo comprobada. 

Mauricio Macri, preparándose para una entrevista
Pero hay más candidatos. Elisa Carrió, que también ha sido desacreditada desde el oficialismo por razones tan banales como sus creencias religiosas, su supuesto mesianismo, su dureza, su parecerse demasiado al mismísimo Néstor Kirchner en su espíritu confrontativo y un cierto autoritarismo a la hora de elegir o decidir sobre el destino de la Coalición Cívica. Esto mismo que se le critica, quizá, pueda ser su fuerte en la medida que es una de las pocas líderes de la oposición que nunca temió enfrentarse al Kirchnerismo, en los momentos en que daba miedo, hace tiempo, claro. ¿Es republicana? Si. Tiene valores y principios que la sociedad valora? Sí. ¿Es respetuosa de las ideas de los demás? Sin duda. ¿Tiene un equipo o es sólo ella? Si, está rodeada por políticos y técnicos de primer nivel como Patricia Bulrrich, María Eugenia Estenssoro,  Alfonso Prat Gay y Fernando Iglesias.
Y si esto es así, ¿por qué está instalada la idea de que es incapaz de ganar, y menos de gobernar? Es otra de las leyendas urbanas de quienes en la Argentina parecen haber llegado a la conclusión apresurada que no hay oposición, y que si la hay está disgregada (aunque si se juntaran dirían que representan un peligro como la Alianza, y una bolsa de gatos). Conclusión. Es una candidata tan potable como los demás para las próximas elecciones.



Elisa Carrió, otra política que supuestamente no existe
Amigos y no tan amigos. En esta Argentina de las batallas mediáticas, en que el oficialismo se impone, por las buenas o por las no tan buenas, hay muchas más semiverdades que se han instalado como si fueran la verdad revelada, y que la gente cree, los comunicadores repiten y la gente común, no muy informada pero sin un pelo de tonta, intuye como "leyendas urbanas" más inventadas que reales. De hecho, este es el país en donde la realidad es esquiva, se esconde, se niega, se pone debajo de la alfombra, de elude. Dejando de lado que hay otros candidatos desde Eduardo Duhalde hasta Pino Solanas, sin desmerecer a los que me estoy olvidando), la "verdad" instalada que Cristina Kirchner "ya ganó" con más del 40% de los votos y en primera vuelta, o que no hay oposición, es una verdadera batalla mediática en que la oposición, eso sí, ha corrido siempre de atrás, por inexperiencia, por problemas e internas y, quizá más grave, porque por ahora están demasiado ocupados en organizarse y sobrevivir en un medio tan agresivo y adverso como el que enfrentan los políticos en la Argentina. 
Hay en esta "batalla mediática" un tema económico adicional al innegable hecho de que el país vive inmerso en una escalada inflacionaria peligrosa, y más peligrosa porque el gobierno la niega, la esconde, la minimiza.
Se trata de los últimos datos conocidos sobre el comercio exterior argentino, que muestran un superávit comercial en baja, con síntomas de agotamiento pese a que el Dios Soja está por encima de 500 dólares la tonelada en el mercado de Chicago y ello debería garantizar que en el país no habrá problemas de divisas, y que el BCRA tiene todas las Reservas necesarias y toda la capacidad de fuego como para aplacar cualquier escalada cambiaria, pese al retraso cambiario que ya es innegable, provocado claramente por un escenario de inflación creciendo a una velocidad cercana al 30% mientras el precio del dólar está casi clavado alrededor de 4 pesos como forma equivocada de utilizar a este instrumento como una dudosa y ancla cambiaria.
Los datos del estudio de Federico Muñoz y Asociados, que surgen de los datos oficiales sobre el comercio internacional, revelan que en los últimos meses el superávit comercial sugestivamente cayó fuertemente, más por aumento de importaciones (en una economía que vuela, incentivada por alta emisión, alto gasto público y una política salarial desbocada por la puja distributiva desatada por la inflación.
Si uno mira los últimos datos del Indec, en el último trimestre del año pasado se encuentra que el superávit comercial (promedio mensual) se ubicó en los 520 millones de dólares, esto es, la mitad de lo que venía registrando en los meses anteriores ((u$s 1.000 millones al mes). Para el economista Federico Muñoz, proyectando a futuro estas cifras, se llegaría a una proyección de superávit comercial de u$s 6.000 millones de dólares en 2011, lo suficiente para un país con credibilidad y confianza, aunque una cifra insuficiente para un escenario de año electoral con elevado retraso cambiario y una vieja tradición de corridas cambiarias. 
La semiverdad instalada, mientras tanto, sigue insistiendo que no hay problemas, que el BCRA tiene suficientes reservas para manejar la política cambiaria. 

Fuente: Federico Muñoz y Asociados

Epílogo: amigos y no tan amigos, en la Argentina modelo 2011 estamos inmersos en una batalla mediática que ha intentado instalar, con bastante éxito, toda una serie de semi verdades que parecen consistentes, y que llevan inexorablemente a unas elecciones con votantes desinformados, convencidos de toda una realidad que es, cuando menos cuestionable. Basta hablar con la gente, escuchar los comentarios públicos y privados, para llegar a creer que la economía vuela y que las distorsiones acumuladas son manejables, que la inflación "no es grave", que la Presidente ganará en primera vuelta (si se presenta), que Daniel Scioli seguirá obedeciendo ciegamente pase lo que pase, que la oposición está disgregada (¿quién dijo que tienen que unirse quienes piensan diferente?), y que es torpe, incapaz, inexistente y sólo está concentrada en mirarse el ombligo. Frente a esto, la sociedad se debate, anestesiada, de vacaciones (los que pueden) en un supuesto boom turístico histórico, y con desgano, sin esperanzas.
¿Ese es la realidad? En octubre, en el cuarto oscuro, sabremos si la mansa sociedad argentina, ha comprado estas semiverdades, intuyendo que la herencia económica y social que dejará este gobierno no es tan rosada como lo parece.

Shhh, no se lo digas a nadie...

Eso es todo, me voy a enviar esta carta y visitarla a Paltrow, por Skype, claro, la quiero mucho, pero no tolero el frío, el invierno, la nieve.


Un abrazo y hasta la Victoria Secret.



El Hombre Electrónico
Políticamente incorrecto



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