Carta desde el ciberespacio número 191, del 2 de octubre de 2008

Sobre pronósticos apocalípticos, ataques de pánico y vendedores de pesimismo

¿Destrucción creadora o efecto mariposa?

Hola gente, amigos y no tan amigos. Lo que más me gusta de Patricia Paltrow, además de sus ojos azules, las camisas blancas que me roba sistemáticamente para dormir o caminar conmigo por la playa y sus short-jeans agujereados (y su ir y venir descalza por el parque…, claro) es su desparpajo y su actitud políticamente incorrecta (que compartimos, por lo demás). Esa personalidad inquieta la hace tener siempre una visión anti-manada que la lleva siempre contra la corriente sin que eso sea tan sólo una posición transgresora adolescente, sino una forma de afrontar la vida "a su manera", como aquel de los ojos azules. Me gusta su "no se de qué se trata pero me opongo" que todo lo cuestiona, que la hace tomar a la vida alegremente como un desafío, y atreverse a cambiar todo lo que quiere cambiar pese a sus 51 añitos. Y me encanta que la palabra imposible no figure en su diccionario. En estos días viene triste, sin embargo, ya que su banquito de inversión ahora ha sido comprado por un gran banco comercial en este mundo despersonalizado en que, como lo mencioné hace dos semanas, ya no queda demasiado lugar para los tradicionales bancos de inversión sólidos, y atendidos por verdaderos entendidos en finanzas. Y menos aún queda lugar para esos supuestos Amos del Universo (veasé "La Hoguera de las Vanidades") que estaban tan ocupados en jugar con su Palm, o su Iphone, o su Blackberry, que ya no sabían siquiera pensar demasiado y se vendieron y se compraron y asesoraron de igual manera a sus clientes, confundiendo la Play Station con la Realidad. Así que ella, que manejaba muy severamente a su colección personal de yuppies en vías de extinción que tenía a cargo, ahora pasará a ser una VP más en una estructura llena de VP's de aquí y de allá, o se irá a casa a disfrutar de otra manera sus próximos 30 o 40 años de vida. "Flaquito –me dijo hace un rato desde la Calle de la Pared, mientras me comentaba cómo otra vez se había instalado la mala onda pese a que el Senado aprobó el Híper Rescate-, la gente transcurre su vida creyendo que es inmortal, y deja siempre los cambios personales para el futuro, como si tuviéramos tanto tiempo para empezar a hacer lo que deseamos hacer." Allí en Wall Street estaban todos a los gritos, hasta se escuchaba por el telefonito mientras ella me hablaba, hoy vendiendo todo y todos con la misma histeria con que antes de ayer compraban todo y todos (efecto manada, claro). Y entonces me inquieté por esa mujer de rulos personalizados que hasta hace poco fueran rulos rubios auténticos, pero que ahora cambiaron a castaños para diferenciarse de todas las mujeres-manada que hoy quieren ser rubias por decreto. Pensé que empezaba a deprimirse por toda la tensión de estos meses corriendo a entrar o salir del Don Jones, o peor, que era una mujer al borde de un ataque de nervios, o peor aun, de un ataque de pánico. Capítulo único, que no panda el cúnico Pero no, era sólo que ella sigue creciendo, madurando, cambiando, aprendiendo, cómo lo hará hasta un segundo antes del final. Eso me gusta, ya lo dije. Y entonces –tranquila en medio de esa guerrita, aunque con el caso puesto porque no come vidrio- me explicó su nueva teoría que viene pensando hace unas semanas. "Baibi, esto no es un efecto mariposa –me dijo en medio de los gritos a su alrededor-, esto no es que alguien aleteó en Pekín, ni siquiera en Miami porque Donald Trump se construía unas decenas de towers medio redondeadas y monas de 70 o 80 pisos, que no sé a quién se las venderán ahora. Esta no es la caída del imperio americano soñada por los progres, resentidos y envidiosos varios del mundo chavista o cristinista, este no es el día después de mañana ni el cambio climático que vino a hacernos Pum y a inundarnos. Esta es la típica demolición que hacen en los Usas para construir un edificio todo nuevito, mejor que el anterior, esto es América, es el americanuei adonde las casas no se restauran como en la vieja Europa euroesclerótica, sino que se dinamitan, para empezar desde cero con una más grande y mejor. Este es otro ciclo económico que vuelve para contradecir a los teóricos de la nueva economía, sólo eso, nada menos que eso. Esto es otra crisis de crecimiento típica del capitalismo, de esas que describía el maestro yosep yumpeter (Joseph Schumpeter, claro, en el idioma Paltrow) en las primeras décadas del siglo pasado, cuando se cansó de la vida activa (fue ministro de Economía de Austria luego de la primera guerra y también banquero, casi como el mismísimo Keynes), y como él se cansó del mundanal ruido, y se fue a Harvard y luego se fue también de allí y al final se dedicó a estudiar y escribir genialidades". Yo la escuchaba divertido, pese al ruido de los mercados, tratando de imaginarme a la famosa destrucción creadora y de recordar la teoría de los ciclos económicos que estudiamos en la facu, sin éxito claro, tengo corta la memoria larga y en aquella época ni existían ni la ley de Moore ni los discos rígidos de 120 jigas. Entonces pensé en la destrucción creadora, en el rol de los verdaderos empresarios pujantes que un día se inventan una innovación o un producto y cambian o mejoran el mundo. Se me pasó por la cabeza Bill Gates, claro, que cambió el mundo como otros que vendrán en el futuro (porque hay un futuro pese a los vendedores de pesimismo que pululan en estos días) y volverán a cambiarlo, a mejorarlo, a recrearlo. Y como soy un frívolo incurable se me ocurrió también la imagen-metáfora de una mujer antes de salir a cenar a una Date, dejando todo a su alrededor hecho un terremoto. Si uno entra en su habitación en ese momento quiere gritar socorro con todo revuelto arriba de la cama, cinco vestidos revueltos que se probó pero no le gustaron, varios pares de zapatos idem por el piso, polleras negras, vestidos azules o pantalones blancos que seguramente descartará para que no la confundan con un heladero, blusas de colores, medias de todos los largos y matices, pero a los diez minutos (o treinta), cuando ella sale de allí maquillada, peinada, hecha una diosa, ya no es el caos, ya no es la destrucción y menos la deconstrucción, sino el borde mismo de la perfección, el canal FTV en vivo, la mejor creación, la belleza misma de una mujer que sale a seducir al mundo. Eso es la destrucción creadora de yumpeter, una mujer deseando ser deseada y que sale del caos hecha una belleza. Recordé entonces el ciclo mensual del Estudio Broda adonde estuve ayer nomás, que estaba lleno como nunca de empresarios y hombres de negocios igualmente angustiados aunque con cara de póquer, haciéndose los tranquilitos. Estaban los de Wall Street y los de Main Street, estaban todos, los de las PYMES y los de los grandes bancos y empresas, mientras el Híperconsultor Miguel Angel, más López Murphy y Rosendo Fraga, describían lo que veían y lo llenaban a uno de estadísticas de lo que quisieran sobre la crisis de allá y la crisis de acá, y uno se preguntaba adonde estaba el verdadero peligro, si allá o acá. ¿Quieren saber mi opinión? Allí, en el mundo desarrollado, en algún momento pasará el pánico desatado, todos se sentirán más pobres (y de hecho lo serán) y eso afectará especialmente a las economías emergentes o desarolladas menos sólidas, más dependientes del comercio internacional, si hasta la competitiva japonesa Toyota está haciendo terapia porque vendieron menos Corollas en los Usas, si hasta el petróleo de Chávez cayó un 50% en semanas, si hasta el famoso yuyito de soja que es la llave de los superávits gemelos argentinos (tan promocionados como el soporte de nuestro supuesto blindaje) cayó desde los 609 dólares/tonelada que alcanzara en Chicago el 3 de julio pasado a rondar 390 dólares entre ayer y hoy, help, tanto pelear por las retenciones móviles para que no gane ni el campo, ni el capricho de K, sino la pura realidad. Ya lo saben, si baja de 350 somos nos engripamos fuerte, y a menos de eso, bronquitis, o neumonía, eso para los que creen que de esta nos salvamos por "piolas".

Fuente: Ciclo Estudio Broda, octubre de 2007

De todos los gráficos y cuadros estadísticos del Estudio Broda, que esta vez se preparó una catarata de datos e información para explicarle la crisis global a sus clientes, el más simple es el de aquí arriba, que confirma que aunque las previsiones sobre el desempeño de la crisis norteamericana se han ajustado otra vez a la baja, lo concreto es que estamos a años luz de una situación comparable con la crisis iniciada en 1929, algo parecido a lo que sostuve en la carta de hace dos semana. El hombre dio dos datos así al pasar, para desengancharnos del pánico: en la crisis del '29 el PIB cayó en los siguientes años 30% (por eso no fue una recesión, sino una verdadera depresión) y el desempleo llegó a 25% de la PEA, muy pero muy lejos de lo que está ocurriendo ahora. Ocurrió en un mundo muy diferente, con mucha menos experiencia y muchísimos menos instrumentos monetarios, fiscales y financieros para enfrentar este tipo de situaciones. Visto como una metáfora, en los años 30 una neumonía nos tiraba a 6 yardas bajo tierra, mientras que con los modernos antibióticos y otros medicamentos, sólo hay que cuidarse y hacer buena letra y portarse bien, cosa que los argentinos no solemos hacer, claro. Una más para "achicar el pánico", como se decía antes: las proyecciones actuales revelan que los Estados Unidos podrían ingresar en una recesión más larga que profunda, como dice Miguel Angel hace meses, pero quienes más sufrirán no son sólo los EE.UU., sino los europeos, los japoneses y quizá el resto de Asia, y los emergentes, claro, todos fuertes vendedores de productos a los tan criticados y envidiados "imperialistas yanquis" que les compran de todo un mucho. Vean el cuadro de Broda, sino…

Fuente: Ciclo Estudio Broda, octubre de 2007
Como se ve, las actuales proyecciones revelan que el mundo pasaría de crecer 3,5% en el 2007 a 1,4-1,7% en el 2009, aunque los EE.UU crecerían (pese a toda la mala onda y los pronósticos apocalípticos) 0,7% en el año 2009, contra 0,5% para Japón, 0,4% para Inglaterra, 0,4% para la Eurozona y cerca de 5% para los países emergentes, que el año pasado crecían en promedio nada menos que 7,5% anual aproxi. Todo muy lejos de la crisis del '29 que todos temen. Con todo, hay un aclaración del mismo Miguel Angel: todo esto si los Estados Unidos siguen haciendo de manera heterodoxa y pragmática lo que están haciendo hasta ahora desde la FED y el Tesoro, y si se aprueba el paquete de salvataje que ayer fue confimado por el Senado, y quizá mañana en la Cámara de Representantes (diputados). Sino, el escenario puede complicarse, Obvio. Pensando en todo esto, mientras el pánico cundía hoy otra vez por todo el mundo ante la nueva paliza de los mercados, volvió a llamarme Paltrow, ya más tranquila porque el mercado ya había cerrado. Y seriecita, tranquila, sin pánico, volvió a repetirme lo mismo…."flaquito gordito, no te equivoques, estos no son los años 1930, este es el siglo XXI y esto es un ciclo económico como los que nos habíamos olvidado, es la destrucción creadora del profe Yosep Yumpeter, y cuando todo esto pase, cuando los Usas tengan un sistema financiero más seguro, más regulado, más concentrado en bancos gigantes a escala mundial, y más protegido aún, los EE.UU. saldrán más fuertes que antes. Te apuesto lo que quieras, incluso eso que ya sabés…", y empezó a reírse y me colgó el celu, como siempre lo hace. Entonces tuve la imagen de una demolición como otro ejemplo de destrucción creadora, menos frívolo que el de una mujer antes y después, o después del antes. Recordé cuando dinamitaron el Albergue Warnes para terminar con la historia y comenzar a construir espacios verdes, unos hipermercados, para terminar con el pasado y comenzar con el futuro. Busqué fotos de demoliciones y encontré un blog lleno de demoliciones de edificios en cadena (http://www.metacafe.com/watch/1205018/demolition/), bien al estilo del american way, y entendí mejor cómo funciona el capitalismo y cómo para construir algo nuevo hay que destruir lo que está enfermo, lo que ya pasó, lo que no va más, lo que estaba funcionando mal como esos yuppies Amos del Universo de la novela de Tom Wolfe. Palltrow, una vez, me enseñó la "teoría del placard explosivo", me dijo "gordito, la ley Paltrow número ocho que me enseñó mi abuelita dice que por cada prenda nueva que uno se compra hay que llegar a casa y sacar una ropa vieja y gastada similar, y tirarla o donarla, de modo que los placards nunca rebalsen como en el caso de 9 de cada 10 personas que viven aferradas al pasado y nunca tiran nada (euroescleróticos, bah), sino que acumulan lo nuevo sobre lo que guardan viejo, sobre lo ultra viejo y así hasta el fin, con lo que no sólo un día les estalla el placard por acumulación de ropa vieja, sino que tampoco pueden disfrutar de lo nuevo porque no pueden despedirse ni desprenderse de lo viejo. Esa era la ley 8 de mi abuelita, que era sabia y feliz de la vida. Hay que tirar lo viejo para disfrutar lo nuevo. ¿Me entendés flaquito?". No digo quemarlo, no digo despreciarlo, no digo dejar de admirar su encanto y agradecerle sus patrióticos servicios prestados, sólo digo despedirse del pasado para seguir yendo al futuro, creciendo. Claro que la entendí y el concepto mismo de destrucción creadora se me fue haciendo más claro en la cabeza, sobre todo luego de ver las demoliciones de edificios para dar lugar a nuevos y mejores edificios.
Epílogo, ¿efecto mariposa o destrucción creadora?
Y entonces me acordé de mister Darwin y su teoría de la evolución, y pensé en el mono que fuimos hace miles de año, simpático, pero que con los años, los siglos, los milenios, se fue transformando en lo que somos hoy, seres humanos, menos salvajes, más inteligentes, con memoria ram y disco rígido, con experiencia y con capacidad para no repetir los errores una y otra vez como Sísifo, menos salvajes a veces (no siempre, claro), más humanos. Y entonces, con todo esto, con los comentarios tranquilizadores de Broda en un mundo que juega a pronosticar el Apocalipsis, con la idea schumpeteriana de la destrucción creadora tan american way, tan EE.UU., me quedó claro que no estamos ante una mariposa que aleteó en Miami o en Pekin y desencadenó otra crisis como la de 1930 ni un tsunami como el de hace pocos años. Y entendí el mensaje. El peligro no son las crisis como esta, que dolorosamente se resolverá. El peligro, en todo caso, son los comportamientos en manada de la gente, asustada, atemorizada, histérica y al borde de un ataque de nervios porque no entiende qué está pasando. Y el peligro son los comunicadores, opinadotes y pseudo-expertos que se quieren lucir, quienes desatan estos pánicos para vender más ejemplares o tener más rating. Y quienes miran la paja en el ojo ajeno para no mirarse en el espejo. No sé si fui claro. Un abrazo, hasta la Victoria Secret. Ajusten sus cinturones de seguridad, y los otros también. El Hombre Electrónico (políticamente incorrecto)

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